Luis García Montero, Habitaciones separadas, la inquietud que conmueve

Cuando leí por primera vez este libro en la colección Visor de poesía, en realidad como dice Margarit de Las flores del frío ya había despertado mi lectura y atención, sentí la conmoción de los versos que te llegan para acompañarte. Algo así me ocurrió con Cuaderno de Nueva York de José Hierro. Luis García Montero es no solo un gran poeta contemporáneo sino además un hombre que acerca su saber y conocimiento al otro y se compromete, una voz solidaria.

Veinte años después Visor publicó Habitaciones separadas (20 años sí es algo) en el que Chus Visor prologa la edición del que confiesa es su amigo. La colección Visor de poesía será la más importante de nuestro tiempo. Poemas y poetas comprometidos que ofrecen algo nuevo, que nos revelan una nueva interioridad, la del hombre actual. Aparentemente sencillo, complejo y culto en el fondo. Nos conocemos más cuando hemos atravesado sus versos, mucho más cuando los releemos.

Premio nacional de poesía en 1994 es ya una referencia para la crítica y la cultura y uno de mis libros favoritos. Se la ha llamado poesía de la experiencia, nos vale porque os refleja en lo cotidiano y lo invisible, en lo que somos y lo que dudamos, en el sueño y en el pensamiento, en la vida. La poesía de Luis García Montero indica una de las tendencias  más valiosas de la lírica española contemporánea, que trata de explorar la realidad de todos los días por lo maravilloso y lo cotidiano. Un libro lleno de emociones.  

Me detengo en Primer día de vacaciones y recuerdo cómo me impresionó en el relato esa mujer mayor de cansada belleza y pelo blanco recogido.

Los hermosos versos de Dedicatoria:

Si alguna vez la vida te maltrata, 

acuérdate de mí, que no puede cansarse de esperar, 

aquel que no se cansa de mirarte».

Sí, también Bécquer, la belleza y la mirada que te admite y te acompaña cuando la vida te maltrata.

Una vez vi a mis alumnos representar “Life Vest under Your Seat«, pensé que la pulsión lírica y el diseño narrativo mejoraban en el recitado dramático: el avión, el aeropuerto, los amantes y la habitación en penumbra cobran vida y el final es el principio.

Aunque tú no lo sepasViajar por carreteras secundariasNo vas a cambiar nuncaEl insomnio de Jovellanos

La convivencia, el amor a las personas, la amistad, la noche, la soledad, la soledad compartida, el viaje y el camino, la esperanza y la noche, la muerte. Gracias, maestro por estos versos que nos acompañan a los que acudimos para poder seguir y acercar la poesía a los lectores.

FRAGMENTO PARA COMENTAR

«Una vez dije amor,

se poblaron sus labios de ceniza.

Dijo también mañana

con los ojos negados al presente

y solo tuvo sombras que apretar en las manos,

fantasmas como saldo,

un camino de nubes.

Soledad, libertad.

dos palabras que suelen apoyarse

en los hombros heridos del viajero»

COMENTARIO DE TEXTO

Vamos a desglosarlo para entender mejor su estructura y contenido:

  1. Primera estrofa:

    • «Una vez dije amor, / se poblaron sus labios de ceniza.»: Aquí, el poeta usa una metáfora impactante. El acto de decir «amor» contrasta con la respuesta de «ceniza» en los labios de la otra persona, sugiriendo desilusión o el final de una pasión. La ceniza podría simbolizar la muerte, el fin de algo, o una respuesta fría y desoladora al amor.
  2. Segunda estrofa:

    • «Dijo también mañana / con los ojos negados al presente»: Esta línea podría interpretarse como una esperanza o promesa de futuro («mañana»), pero al mismo tiempo muestra una negación o desconexión del presente. Podría indicar una incapacidad o falta de deseo de enfrentar la realidad actual.
  3. Tercera estrofa:

    • «y solo tuvo sombras que apretar en las manos, / fantasmas como saldo, / un camino de nubes.»: Estas líneas evocan una sensación de vacío y desesperanza. «Sombras» y «fantasmas» sugieren lo intangible, lo perdido o lo inalcanzable. El «camino de nubes» podría representar un futuro incierto o una ruta ilusoria, enfatizando la inestabilidad y la falta de claridad.
  4. Última estrofa:

    • «Soledad, libertad. / dos palabras que suelen apoyarse / en los hombros heridos del viajero»: Este final es particularmente poderoso. Contrapone dos conceptos: «soledad» y «libertad», que a menudo se perciben de manera contradictoria. La «soledad» puede ser vista como el precio de la «libertad», o viceversa. La imagen de estas palabras apoyándose en «los hombros heridos del viajero» sugiere que el viaje de la vida, con sus experiencias y retos, lleva a una comprensión profunda pero dolorosa de estos conceptos.

En términos de estructura y estilo, García Montero emplea un lenguaje claro pero cargado de simbolismo. La brevedad de las estrofas y la ausencia de un esquema rítmico o de rima fija contribuyen a una sensación de fluidez y reflexión introspectiva. El poema destila emociones complejas y contemplaciones existenciales en pocas palabras, característica común en la obra de García Montero. Los conceptos de soledad y libertad, se apoyan «en los hombros heridos del viajero» y forman una complejidad que embarga la condición moral del discurso y la entidad verbal del sujeto poético que sigue el camino, actúa sobre la expresión de la propia subjetividad.

En conclusión, el poema es un testimonio de la habilidad de García Montero para evocar imágenes potentes y emociones profundas, reflexionando sobre temas universales como el amor, la esperanza, la soledad y la libertad, y su interconexión en la experiencia humana.

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