1924, 30 de marzo, domingo, el día en el que las criadas visitan a sus familias.
Jan se ha citado con Paul, tras unos años de relación clandestina será su último encuentro, él se va a casar con una chica de su posición social por conveniencia. Harán el amor despacio con contemplación de sus cuerpos en un ambiente de primavera y aromas, la naturaleza contemplando la unión momentánea de dos niveles sociales distantes. El tiempo lento envuelve la escena en la que el autor embellece con ojos regalados un momento irrepetible. Sensualidad y corrección, flores como mariposas heladas. La criada, ese ser invisible y disponible a la vez, con nudillos enrojecidos y las uñas gastadas en un dormitorio de ricos, entre los objetos que definen esa clase social privilegiada. Rododendros y narcisos, orquídeas y tilos en el día en el que la verdad brota por encima de lo demás. La total y mutua desnudez que provoca el deseo, puro erotismo.
Un director manchego pone a un hombre en un congelador, un escritor inglés lo calcina.
Qué bien cuentan los ingleses estas historias del doble plano: los de arriba y los de abajo.
La literatura y las bibliotecas salvan a nuestra protagonista del desgaste de la vida. Tiene malas consecuencias enamorarse de la persona equivocada, a veces es inevitable. Conrad y los libros de aventuras sumergen a la protagonista en una nueva y larga vida, la gente lee libros para huir de sí misma, para escapar de los problemas que abruman.
La reflexión sobre el trabajo literario, la mezcla de realidad y ficción y los pedacitos de aire que son las palabras en las narraciones y cuentos realizada en la segunda parte del libro, así como la mención a la obra de Conrad, completa una historia en la que una chica lista en una época en la que las criadas no tenían derechos y todo tenía un rasgo masculino, sobrevive y cruza una barrera difícil gracias a la lectura y a la escritura. Siempre gana la vida.
Si se trata de ser fiel a la verdadera materia de la vida y en la vida hay muchas cosas que no pueden explicarse, descubrimos que el amor no es tierno, sino áspero y violento, puede desgarrar como un espino, que el único secreto que no se cuenta es el que nos hace más vulnerables, que no es necesario ser nadie más que una misma y que la literatura, como el sol de marzo, nos descubre el sonido de las palabras, las aventuras y la magia.
libros recomendados...
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR
Entre la Realidad y el Misterio: Un Análisis Profundo del Estilo Narrativo de Cristina Fernández Cubas
Cristina Fernández Cubas, laureada con el Premio Nacional de las Letras Españolas, destaca como narradora y maestra de cuentistas. Su obra, compuesta por relatos de
Gabriela Guerra Rey, Avándaro
Gabriela Guerra, con una rica herencia cultural cubano-mexicana, se ha consagrado como escritora, periodista y meticulosa editora. Su talento la llevó a ser laureada en
Inés Martín Rodrigo: LITERATURA Y COMPROMISO
Inés Martín Rodrigo, escritora y periodista, galardonada con el prestigioso premio Nadal en 2022 por su obra Las formas del querer, autora de Una historia
Sara Jaramillo, Donde cantan las ballenas
Sara Jaramillo, una brillante estrella en el firmamento literario hispanoamericano, redefine la narrativa contemporánea con su prosa evocadora y temáticas conmovedoras. La literatura hispanoamericana está
Transitando entre la Esperanza y el Desengaño: El Impacto Emocional de ‘Dieciséis, Veintiséis’ de Clemen GC
“Las cosas parecen muertas aunque en verdad no lo están. La vida corre por ellas de soledad en soledad” Gabriel Celaya. Zeta-2 Versos y reflexiones
La travesía literaria de Leila Slimani: De Rabat a París
Descubre la fascinante trayectoria de una de las voces más respetadas y cautivadoras de la literatura francófona del siglo XXI. Nacida en un crisol de