Marifé Santiago Bolaños, paciente tejedora de ideas, voces y palabras

La autora Marifé Santiago nos introduce en un universo literario impregnado de la memoria, las voces y las ausencias de las mujeres que le enseñaron los cantos del mar. Su amplia producción literaria, que abarca desde la novela a la poesía y el ensayo, nos lleva a través de los hilos invisibles del tiempo y el espacio, desde Moscú a Budapest, de los años treinta a los ochenta de la movida madrileña. En sus obras, Marifé nos invita a ser parte de un tejido que se hilvana con tinta y papel, donde las voces siempre están presentes y se convierten en una leal compañía en nuestras vidas. Además, nos muestra el poder transformador de la palabra literaria, capaz de horadar la tristeza de la resignación y disipar la niebla del odio y la frustración.

“Los cantos que me enseñó esta mujer, como los que te ha enseñado a ti esta tarde, sirven para conjurar las inclemencias de vivir: son cantos del mar. Como le sirvieron a Ulises los cantos de Penélope para soportar, atado a la gavia de su barco, la llamada de las sirenas” cuenta la voz poética de El País de los Pequeños Placeres, de Marifé Santiago Bolaños. Esos sones, que se transmiten amorosamente de mujer a mujer, impregnan el universo narrativo y poético de la autora en toda su copiosa producción literaria y brindan al lector la posibilidad de transitar un universo poético plagado de memoria, voces y ausencias.

La mano de la narradora, poeta y dramaturga conduce al lector con hilos invisibles para que logre unir fragmentos, tiempos, espacios. De Moscú a Budapest, de León a Valencia; de los años treinta a los ochenta de la movida madrileña, la autora nos invita en su novela La canción de Ruth a ser parte de ese tejido hilvanado con tinta y papel. Y esas voces siempre están con nosotros, es una presencia constante y leal en nuestras vidas. Nada puede hacerse porque no nos abandonarán. “No insistas en que te deje, en que me separe de ti; porque adonde tú vayas yo iré”, dice Ruth a Noemí y se queda para siempre a su lado. Solo la muerte callará su voz. 

Pero la palabra literaria se rebela hasta de la propia muerte y sus ecos siguen presentes en nuevas voces que los traen al presente. Miguel Hernández, María Zambrano, San Juan de la Cruz viven en quienes los leen y los recuerdan. Sus textos, que algún día fueron “fragmentos, pedazos de papel que han de romperse, o enterrarse, o comérselos si llega el carcelero y quiere destruirlos”, como nos recuerda Santiago Bolaños en Miguel Hernández, concierto para tres, constituyen la prueba fehaciente de que la vida literaria burla esa supuesta partida final.

“Los libros saben que la imaginación creadora y el sueño que se adentra en lo imposible horadan la tristeza de la resignación, disipando la niebla del odio, la frustración y la envidia que tanto se le parecen”. La palabra literaria tiene ese poder transformador y así nos lo muestra la autora en La violencia es una veta miserable que cubrimos con canciones. En esta obra, denuncia la exaltación guerrera de La Ilíada, el poema que funda nuestra cultura occidental. La violencia aparece una y otra vez, pero es posible combatirla con una mirada femenina y con el indestructible poder de la palabra. Este ensayo poético, editado por la colección Palabras Hilanderas, de la cual es directora, constituye una llamada a remover los cimientos mismos sobre los que armamos nuestra ética. 

Literatura, filosofía y cultura: el tejido diverso de Marifé Santiago Bolaños

Escritora, crítica, gestora cultural, profesora, investigadora, en todas las facetas de su vida intelectual, la autora busca tejer literatura, filosofía y política para construir una tela diversa, ética y estética que desafía a sus lectores y los invita a seguir el camino del huso literario que une saberes, disciplinas y enseñanzas.

Marifé Santiago Bolaños compagina su profusa actividad literaria con la docencia -es profesora titular de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid-, sus estudios de crítica literaria y su labor como gestora cultural, por el que ha recibido la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Civil del Gobierno de España y la Comenda da Ordem do Infante D. Henrique del Gobierno de Portugal. Patrona de la Fundación María Zambrano, académica de la Real Academia de la Historia y de Arte de San Quirce, se desempeñó desde 2004 hasta 2011 como directora del Departamento de Educación y Cultura de la Presidencia del Gobierno de España.

Sus obras han sido traducidas a numerosas lenguas -inglés, francés, bengalí, hebreo, chino, alemán, esloveno, gallego, portugués y ruso- y forman parte de antologías y colecciones en Europa, Asia y América.

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