El mundo que vimos arder, Renato Cisneros

Escritor, poeta y periodista (Lima, Perú, 1976) ha trabajado como reportero, columnista y como conductor de programas de radio y televisión peruanos. Autor entre otras obras de La distancia que nos separa, 2015, ha obtenido números premios y el reconocimiento de los lectores.

Una Reflexión sobre la Guerra y la Migración

En su última novela, El mundo que vimos arder, encontramos dos épocas distintas y dos hombres también distintos. El periodista peruano del siglo XXI recién separado, que llegado de Lima toma un taxi en el aeropuerto para ir a su nuevo domicilio. El taxista con el que comparte el atasco que lo llevará a su destino es un peruano que le contará la historia de Matías Giurato Roeder, otro compatriota que, años antes, migró desde su Perú natal hasta EEUU donde una serie de circunstancias y el azar lo llevarán a alistarse en la armada y participar de los bombardeos desde el aire en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando el taxista cuenta la historia de Matías la narración cobra mayor ritmo.

Una novela acerca del dolor provocado por la guerra, la realidad del migrante, el concepto de patria, la escritura y la paternidad. El tema de la migración que atraviesa toda la novela, el cruce de culturas y las circunstancias del migrante dividido en dos mitades y que siente la culpa de dejar desamparado su país de origen. La calle Ferraz, Malasaña y las ciudades que aparecen: Hamburgo, Lima, Trujillo, Madrid, son el escenario de esta reflexión acerca de los efetos del amor, la guerra y la política.

Renato Cisneros: Entre la Historia y la Identidad Personal

Dos historias que se contraponen, una más épica que habla de la guerra y las consecuencias brutales que siempre trae consigo y otra más actual en la que el personaje recorre sus propias batallas, se reconstruye a sí mismo e intenta buscar su destino a través de estas fracturas más íntimas y personales. La narración, dotada de un ritmo constante que intensifica los momentos más intensos, atrapa al lector hasta conmoverlo.

A la larga entiendes que la vida que empezaste fuera de tu país no sustituye a la anterior: es su prolongación en otra geografía. Son vidas disímiles, pero hermanadas la una con la otra, que coexisten en simultáneo. La nueva vida es un insomnio dilatado en el que vas penetrando tenuemente, mientras la vida anterior, la vida que vivías y truncaste deambula en paralelo, a lo lejos, como un hipotético fantasma sin cabeza, una sombra inválida, un alma en pena que no deja de vagar.

Reflexión acerca de la identidad y el desarraigo en un tiempo difícil, de cambios vertiginosos. El escritor profundiza en las consecuencias de la guerra, sobre todo en los jóvenes y en el dolor que provocan sus consecuencias.

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