Comentario de Texto: ‘Fábula de Polifemo y Galatea’ y el Arte del Culteranismo en la Poesía de Góngora

La “Fábula de Polifemo y Galatea”, una de las obras cumbres de Luis de Góngora, poeta insigne del Siglo de Oro español, se erige como un monumento literario que encapsula la esencia del culteranismo barroco. Este movimiento, conocido por su estilo ornamental y su densidad conceptual, halla en Góngora uno de sus máximos exponentes. En el presente comentario, nos adentraremos en las profundidades de su poesía para desentrañar las complejidades y la belleza inherentes a su famosa égloga.

COMENTARIO DE TEXTO

El fragmento presentado es un extracto de la “Fábula de Polifemo y Galatea”, una obra maestra del poeta español Luis de Góngora, uno de los máximos exponentes del Siglo de Oro y del culteranismo, una corriente literaria del barroco caracterizada por su estilo recargado y su complejidad sintáctica y léxica.

El texto se sumerge en la descripción del entorno natural y la morada de Polifemo, el cíclope mitológico. Góngora utiliza una rica imaginería y metáforas para pintar un cuadro vívido de la escena, empleando un lenguaje que busca sorprender tanto por su belleza como por su erudición.

En la primera estrofa, Góngora describe el mar siciliano que baña el monte Lilibeo, utilizando metáforas como “el pie argenta de plata” para evocar la imagen de las olas rompiendo contra la costa. La referencia a Vulcano y Tifeo introduce elementos de la mitología clásica, sugiriendo que el paisaje podría ser obra de los dioses o el lugar de descanso de un monstruo mítico.

La segunda estrofa se centra en la descripción de una caverna, utilizando una analogía para comparar la entrada bloqueada por troncos con una mordaza. La luz y el aire escasean, lo que contribuye a la atmósfera opresiva y sombría. La “infame turba de nocturnas aves” añade un sentido de desolación y presagio.

En la tercera estrofa, Góngora describe la cueva de Polifemo como una “bárbara choza” y un “redil espacioso”, donde el cíclope guarda su rebaño. La elección de palabras como “bostezo”, “melancólico vacío” y “horror” refuerza la naturaleza temible del cíclope y su entorno.

La cuarta estrofa personifica a Polifemo como un “monte de miembros eminente”, destacando su estatura gigantesca y su fuerza sobrenatural. El “ojo” que “ilustra el orbe de su frente” es una referencia directa a la característica más distintiva del cíclope, su único ojo. La comparación de su bastón con un pino y la alternancia de su uso como bastón o cayado demuestra la facilidad con la que maneja objetos que para los mortales serían inmanejables.

Desde un punto de vista estilístico, Góngora hace uso de la hipérbaton, alterando el orden lógico de las palabras para enfatizar ciertos aspectos de su descripción y para mantener el ritmo y la rima del poema. Esta técnica es característica del culteranismo y busca crear una experiencia estética compleja y elaborada.

En términos de métrica, el poema está compuesto en octavas reales, estrofas de ocho versos endecasílabos con rima consonante ABABABCC, lo que le confiere una musicalidad y una estructura formal que contrasta con la naturaleza salvaje y caótica del contenido.

En resumen, este fragmento de la “Fábula de Polifemo y Galatea” es un claro ejemplo del estilo culterano de Góngora, donde la forma y el contenido trabajan juntos para transportar al lector a un mundo de belleza estética y riqueza mitológica, todo ello envuelto en una complejidad lingüística que desafía y deleita a la vez.

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