El viaje es aventura y descubrimiento. Se puede viajar como la niña del poema de Rafael Alberti, el viajero inmóvil, o con una misión ejemplar como Alonso Quijano; también puede que el viaje halle un sentido solo en sí mismo, en el hecho de ser viaje, como dijo Kavafis en Itaca. Es como nuestra existencia, cuyo sentido principal es la de ser vivida, como nos dijo Tabucchi en Viajes y otros viajes. En el corazón quedan trozos esparcidos del camino que hemos recorrido; compartirlo es una invitación, un privilegio y una enseñanza. En definitiva, vivir nuevas experiencias, explorar culturas, costumbres y lugares, mezclarse con la gente y ampliar horizontes para ser tú mismo. En el recorrido se unen el espacio físico y el emocional. Las fotografías recrean el instante a través de una mirada deslumbrada y trascendente. La bibliografía de este género es abundante: aventura, historia, diario personal y coral han quedado plasmados en títulos que nos han servido de guía y de información. La Trilogía de África de Javier Reverte, Las ciudades invisibles de Ítalo Calvino o Viaje a Portugal de Saramago, por citar algunos títulos, recorren las ciudades como una invitación. Abrir esta sección en crealiteratura.com ensancha y mejora esta página que crece y se expande con la colaboración de los buenos amigos que nos ayudan a consolidar este sueño de una noche de verano.