Arantxa Echevarría ( Bilbao,1968) , es una directora vasca que nos presenta ahora: Una familia perfecta ( 3 dic 2021) , su segundo largometraje, tras Carmen y Lola (2018) , ópera prima acerca de una comunidad de etnia gitana del extrarradio madrileño.
Para este su segundo proyecto, la directora tuvo claro desde los primeros inicios en la elaboración del guión que tanto Belén Rueda (Madrid,1965), que hace mucho que dejó de ser una » actriz de series», desde 2004, en la amenabariana Mar Adentro, para convertirse en una de las referentes interpretativas del actual panorama cinematográfico español, como Carolina Yuste (Badajoz,1991), debían ser las actrices sobre las que se articula el eje fundamental de su trabajo. Carolina Yuste en una de las actrices con más proyección en la actualidad, su solidez quedó demostrada, por ejemplo, en la útima pelicula de Daniel Calparsoro, thriller de atracos, Hasta el cielo (2020), que recuerda a los mejores momentos de Verónica Echegui en los 2000.
La película muestra el contraste entre una familia acomodada del centro de Madrid: Belén Rueda casada con Gonzalo de Castro, ( Madrid, 1963)- qué gran papel como científico contenido amigo de las apariencias y el «qué dirán»- con sirvienta de origen oriental y cofia incluida e hijo único abogado en bufete de prestigio, guapo , correcto, que en los primeros diez minutos del guión viajan en visita de presentación familiar a un barrio más humilde del norte de Madrid, donde vive su novia, entrenadora de gym, Carolina Yuste, el pilar de la película, que une y centraliza a todos los personajes durante el metraje, de tal modo que no se entiende la película sin ella, hija de ebanista ( José Coronado, Madrid 1957) y una conductora de autobuses de firmes valores.
El choque de clases entre núcleos familiares parece algo insalvable para la viabilidad de la relación entre abogado y entrenadora, pero mientras las familias de ambos preparan el enlace matrimonial, a celebrar por la Iglesia en Enero en un pueblo de la provincia Soria, en ese trayecto durante los casi 120 minutos de la proyección, todos los personajes, especialmente Belén Rueda ( desgarradora) y Gonzalo de Castro ( inmenso) se descubran a sí mismos, quiénes son y lo que da sentido real a sus vidas, más allá de apariencias sociales, intereses económicos o falsos prejuicios.