Cae gris la tarde
llueve intensamente
borrando tus besos de ayer
mientras las ocres hojas de otoño
caen inundando el suelo
y me invaden los recuerdos
de las tardes luminosas contigo
agua y hojas marchitas
cierro los ojos
al oscuro presente
copa de vino en mano
añorándote
como si amar fuera
ilusión permanente
del volar imposible
rompiendo el viento en mil pedazos
vivir sin vivir
horizontes remotos
de almas fundidas
en soledad cantando
madrugadas furtivas
entre músicas y labios
besándose en silencio
quietud e inquietud
entre abrazos.
Llueve
tu cuerpo desnudo
lejos del mundanal ruido
mientras bebo mi copa
en melancólica espera.